Última actualización el septiembre 2, 2024 por Tecnicocinas Ospinas Ltda.
Para mí, junto con el salón, la cocina es la pieza central de mi casa. En ella cocino, preparo veladas con los amigos o con mi pareja, disfruto de tentempiés a media mañana o a media tarde. Tanto uso que le doy, tanta limpieza que le aplico.¡Pero ojo! Una limpieza diaria y intensa, pero lo más ecológica posible y acorde con la naturaleza.
Y es que si nos paseamos por las estanterías de limpieza de los grandes supermercados, existe hoy en día una amplia batería de productos. Para todo. Para cada rincón y material.
Pero no debemos convertir nuestras cocinas en almacenes de productos químicos. Basta con una limpieza diaria ajustada a nuestras necesidades, más exigente cuanto más usada.
En general, no te recomiendo emplear estropajos ásperos, que rayan las superficies, ni productos abrasivos, que contienen sustancias derivadas de la industria petroquímica o que son de origen sintético, por sus efectos ambientales y por los riesgos que pueden suponer para la salud.
Tampoco uses limpiadores con antibacterias, porque no son necesarios si se mantiene una buena limpieza diaria y porque pueden facilitar la aparición de superbacterias, resistentes a todo.
La alternativa más “eco” es utilizar detergentes neutros o ecológicos o recurrir a limpiadores clásicos como el vinagre y el bicarbonato.
Revisa este artículo relacionado:Cómo lograr la cocina ideal¿Sabemos realmente cómo se limpia cada material de la cocina? Te dejo aquí unos consejos para descubrir si tu método es el más apropiado.
Laminados. Son muy resistentes y generalmente basta con pasar un trapo humedecido con agua templada con jabón neutro. Después acláralos y sécalos bien.
Lacados. Lo más importante es utilizar bayetas suaves, que no dejan marcas, humedecidas con agua templada con jabón. Nunca frotes con fuerza.
De madera. Es un material delicado que se daña con la humedad y con la sequedad excesiva. Hay que limpiar estos muebles con un paño húmedo, procurando no tocar las juntas y siguiendo el sentido de las vetas de la madera. Si está muy sucio, podemos añadir un detergente suave. En todos los casos, hay que secarlos bien inmediatamente y mantener la cocina bien ventilada.
De acero inoxidable. Agua con un poco de lavavajillas es la mejor opción, frotando suavemente y siguiendo la dirección del pulido del metal para no dejar marcas. Hay que secarlo de inmediato.
De materiales sintéticos. Están hechas a partir de cuarzo natural (94%) y cristal. Silestone, Dekton, Laminam y Corian son los más conocidos. Tienen una gran resistencia al desgaste y los arañazos pero no al calor. Y tampoco son inmunes a los productos abrasivos: se limpian con un paño húmedo con un poco de jabón o detergente neutro. Después hay que secar enseguida.
De mármol. Con pasarle una esponja o trapo embebidos de agua y jabón neutro, enjuagando abundantemente y secando inmediatamente, tendrás más que suficiente. Si ya presenta una coloración amarilla, puedes pasar por la superficie un cepillo con una mezcla de agua y vinagre, aclarando después; o puedes dejar actuar en la superficie durante unos minutos una mezcla de agua, sal y limón, aclarando abundantemente después. En ningún caso abuses de estos remedios para no dañar el mármol.
Revisa este artículo relacionado:Decoración para el hogar en modo tricolorGranito. Es un clásico porque es un material muy duro y resistente a las manchas. Lo podemos limpiar con agua y jabón, pero nunca con productos abrasivos, que pueden dañar su brillo.
Autor: Paco Valero. Periodista especializado en sostenibilidad, ecología y naturaleza.