Los 10 mandamientos de limpieza para tener la cocina siempre reluciente

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► 10 mandamientos de LIMPIEZA para una cocina reluciente

Última actualización el febrero 6, 2024 por Tecnicocinas Ospinas Ltda.

Mantener la cocina reluciente es más que una cuestión de estética; es una cuestión de salud y bienestar. Pero, ¿cómo lograrlo sin que se convierta en una tarea titánica?

Aquí tienes los que consideramos en Tecnicocinas los 10 mandamientos de limpieza que transformarán tu cocina integral en un lugar de higiene y orden.

La importancia de la limpieza en la cocina

Asegurar la limpieza en la cocina es fundamental para garantizar un ambiente saludable y seguro en el hogar. Una cocina limpia no solo brinda un espacio agradable para preparar alimentos, sino que también contribuye a la prevención de enfermedades asociadas a la contaminación y acumulación de suciedad.

De forma general, te recomendamos empezar por limpiar las áreas visibles, como el mesón, los fogones y el lavaplatos, utilizando productos de limpieza adecuados para cada tipo de superficie.

Además, debes prestar atención a las zonas más propensas a acumular suciedad, como las esquinas, las juntas de azulejos y los rincones difíciles de alcanzar.

Nuestros 10 mandamientos de limpieza para una cocina reluciente

Para mantener tu cocina siempre reluciente, es fundamental seguir los siguientes mandamientos de limpieza:

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1. Repasar y desinfectar la nevera regularmente

Repasar y desinfectar la nevera regularmente

La nevera es uno de los electrodomésticos más importantes de nuestro hogar, es el corazón de nuestra cocina y el guardián de nuestra comida. Pero, ¿cómo podemos cuidarla para que ella cuide de nuestros alimentos?

La respuesta es simple: repasándola y desinfectándola de manera regular. Aquí van algunos consejos para que esta tarea no te robe mucho tiempo y te asegure los mejores resultados:

  1. Establece una rutina: Lo ideal es limpiar a fondo la nevera cada mes y hacer repasos ligeros semanalmente. Esto no solo te ayudará a mantenerla limpia, sino que también te permitirá revisar qué alimentos están por caducar y cuáles deberías consumir pronto.
  2. Vacía y revisa: Antes de comenzar la limpieza profunda, vacía tu nevera y revisa cada uno de los productos. Deshazte de los alimentos caducados o en mal estado. Esta es una excelente oportunidad para organizar tu nevera de manera más eficiente.
  3. Limpieza suave pero efectiva: Usa una solución de agua tibia y jabón neutro o bicarbonato de sodio para limpiar el interior de tu nevera. Evita usar productos con químicos fuertes que puedan dejar olores o residuos peligrosos cerca de los alimentos. Un paño suave o una esponja serán tus mejores aliados para evitar rayar las superficies.
  4. No olvides los rincones y gavetas: Los derrames y las migajas suelen esconderse en los rincones más inesperados. Asegúrate de limpiar bien las gavetas, estantes y cualquier compartimento dentro de la nevera. Estos son lugares propensos a acumular bacterias y malos olores.
  5. Desinfecta con cuidado: Para desinfectar, puedes usar una solución de agua y vinagre blanco, que es un desinfectante natural y seguro para usar cerca de los alimentos. Pulveriza la solución, deja actuar unos minutos y luego pasa un paño limpio para secar.
  6. Reorganiza con sentido: Al volver a colocar los alimentos en la nevera, intenta seguir un orden lógico que favorezca la circulación del aire y la correcta conservación de los productos. Por ejemplo, guarda las carnes en la parte más fría y los vegetales en el cajón de humedad controlada.
  7. Mantenimiento exterior: No olvides limpiar el exterior de la nevera, incluyendo las manijas y el dispensador de agua (si tu modelo cuenta con uno). Estas áreas son tocadas frecuentemente y pueden ser foco de acumulación de gérmenes.

2. Desinfectar superficies correctamente

Desinfectar no solo implica limpieza visual, sino garantizar que eliminamos bacterias y virus que puedan afectar nuestra salud.

Desinfectar superficies correctamente

  1. Elige los productos adecuados: Existen en el mercado una variedad de productos desinfectantes específicos para cocina. Busca aquellos que sean efectivos contra un amplio espectro de microorganismos y que sean seguros para las superficies en contacto con alimentos. Si prefieres alternativas naturales, una solución de vinagre blanco y agua puede ser útil para muchas superficies, aunque no sustituye a los desinfectantes en situaciones de mayor riesgo.
  2. Presta atención a las superficies de alto contacto: Hablamos de aquellos lugares que tocamos frecuentemente, como los tiradores de las puertas de los armarios, los botones del microondas o la nevera, y por supuesto, los mesones de cocina. Estas áreas requieren una desinfección más frecuente, idealmente después de cada uso.
  3. Usa los productos correctamente: Leer las instrucciones parece básico, pero es crucial para asegurarnos de que el producto funciona como debe. Algunos desinfectantes necesitan permanecer en la superficie por un tiempo determinado antes de ser retirados para ser efectivos.
  4. No olvides los utensilios y accesorios de cocina: Además de las superficies, es importante desinfectar aquellos utensilios que utilizamos a diario, como tablas de cortar, cuchillos, y esponjas o trapos de limpieza. Estos últimos son un foco común de bacterias y deben ser reemplazados o desinfectados regularmente.
  5. Seguridad alimentaria ante todo: Asegúrate de que después de desinfectar, si vas a preparar alimentos directamente sobre alguna superficie, esta sea enjuagada con agua potable para eliminar cualquier residuo químico que pueda ser perjudicial.

3. Tener las herramientas necesarias al alcance y limpiar mientras se cocina

Mantener una cocina limpia mientras preparas tus platillos no solo es posible, sino que también te ahorrará mucho tiempo después. Aquí te dejo algunos consejos para lograrlo:

Tener las herramientas necesarias al alcance y limpiar mientras se cocina

  1. Organiza tu espacio de trabajo antes de comenzar: Antes de empezar a cocinar, asegúrate de tener a mano no solo los ingredientes y utensilios que necesitarás, sino también los elementos de limpieza básicos. Un trapo de cocina, una esponja, y un rociador con agua o una solución limpiadora suave pueden ser tus mejores aliados.
  2. Usa un plato o bandeja para los utensilios sucios: Mientras cocinas, es normal que termines usando varios utensilios que luego necesitarán ser lavados. Coloca un plato grande o una bandeja al lado de tu área de trabajo donde puedas ir dejando estos utensilios. Esto no solo mantiene tu espacio más ordenado, sino que también facilita la limpieza posterior.
  3. Limpia derrames y salpicaduras al momento: Es mucho más fácil y rápido limpiar esos pequeños accidentes en el momento en que ocurren, en lugar de esperar a que se sequen o se adhieran a las superficies. Un paño húmedo será suficiente para la mayoría de los derrames.
  4. Aprovecha los tiempos de espera: Hay momentos en el proceso de cocinar, como mientras esperas que el agua hierva o que el horno haga su magia, que puedes aprovechar para ir lavando algunos de los utensilios que ya utilizaste o para pasar un rápido paño a las superficies.
  5. Mantén cerca un contenedor para residuos: Tener un pequeño recipiente o bolsa para los desperdicios que generas mientras cocinas (cáscaras de huevo, envoltorios, etc.) te ayuda a mantener la limpieza y facilita su disposición final.
  6. Finaliza con una limpieza rápida: Una vez termines de cocinar, dedica unos minutos a hacer una última limpieza. Esto puede incluir pasar un paño por las superficies, fregar la parrilla del horno si usaste, y asegurarte de que todos los utensilios están o en el lavavajillas o lavados.

4. Actuar de inmediato ante salpicaduras y cerrar la cocina adecuadamente al final del día

En caso de salpicaduras o manchas, actúa de inmediato para evitar que se conviertan en permanentes.

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Al finalizar el día, cierra tu cocina como si fuera un restaurante: repasa las superficies con un limpiador multiusos, barre y vacía el lavavajillas o lava los platos en el fregadero.

5. Establecer un plan de limpieza semanal

Primero que nada, elige un día de la semana en el que tengas un poco más de tiempo. Puede ser un sábado por la mañana o un domingo por la tarde, el momento del día en que te sientas más energético y dispuesto a enfrentarte a la grasa y el polvo acumulados.

Establecer un plan de limpieza semanal

Aquí van algunas áreas clave a enfocar:

  • Detrás de los electrodomésticos: Sí, sé que mover la nevera o el horno suena a mucho trabajo, pero te sorprendería saber cuánta suciedad se puede acumular detrás de ellos. Una vez que los hayas movido (con cuidado, claro está), aprovecha para pasar la aspiradora y luego un trapo húmedo.
  • Las esquinas de los armarios y las alacenas: Estos rinconcitos suelen ser los grandes olvidados en la limpieza diaria. Vacía los armarios, deshazte de lo que ya no usas o está vencido, y limpia bien el interior con un paño húmedo y un poco de tu limpiador favorito.
  • El fregadero y las áreas de preparación de alimentos: Aunque es algo que usamos a diario, darle una buena limpieza semanal a estas áreas es crucial para mantener tu cocina higiénica. No olvides desinfectar bien, utilizando productos específicos para cocina que eliminen bacterias y gérmenes.

6. Uso de productos de limpieza ecológicos

En un mundo donde la conciencia ambiental es más importante que nunca, elegir productos de limpieza ecológicos para nuestra cocina no es solo una opción, sino una responsabilidad. No se trata solo de limpiar, sino de hacerlo de una manera que respete nuestra salud y la del planeta.

Uso de productos de limpieza ecológicos

Nuestros consejos para integrar este mandamiento en tu rutina de limpieza.

  1. Opta por productos certificados: Busca productos que cuenten con sellos o certificaciones que garanticen su bajo impacto ambiental. Estos productos están formulados para ser efectivos sin dañar el ecosistema.
  2. Ingredientes naturales al poder: Muchos ingredientes que probablemente ya tienes en casa, como el vinagre, el bicarbonato de sodio y el limón, son excelentes aliados para la limpieza ecológica. Son efectivos, económicos y amigables con el ambiente.
  3. Reduce, reutiliza, recicla: Aplica esta regla no solo a los productos que consumes sino también a los envases de tus productos de limpieza. Prefiere marcas que ofrezcan recargas o que utilicen envases biodegradables o reciclables.
  4. Beneficios ambientales y de salud: Usar productos ecológicos no solo ayuda a reducir la contaminación y el agotamiento de recursos naturales, sino que también mejora la calidad del aire en tu hogar y reduce el riesgo de alergias y problemas de salud asociados con químicos agresivos.
  5. Educa e inspira a otros: Comparte con tu familia y amigos los beneficios y las satisfacciones de usar productos de limpieza ecológicos. A veces, un pequeño cambio en un hogar puede inspirar a toda una comunidad a seguir el ejemplo.

7. Cuidado del lavavajillas, horno y cocina de gas

Cuidado del lavavajillas, horno y cocina de gas

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El lavavajillas es un electrodoméstico que nos facilita la tarea de lavar los platos, pero requiere de un cuidado especial. Para mantenerlo en buen estado, se recomienda utilizar un desengrasante adecuado y limpiar el filtro regularmente. Además, es importante revisar y limpiar los brazos rociadores para asegurar un lavado eficiente.

El horno es otro electrodoméstico que necesita una atención especial. Es aconsejable utilizar productos desengrasantes específicos y dejarlos actuar el tiempo recomendado antes de limpiarlo. Asimismo, es importante limpiar los restos de comida y grasa que puedan acumularse en el interior del horno regularmente para evitar olores desagradables y mantenerlo en perfectas condiciones de uso.

En cuanto a la cocina de gas, es necesario limpiarla diariamente con agua caliente y jabón suave. Es importante prestar especial atención a los quemadores y las rejillas, retirando cualquier residuo de grasa y suciedad. Además, es recomendable revisar periódicamente las conexiones de gas para evitar posibles fugas.

8. Atención a los detalles: juntas, esquinas y grietas

Las juntas, esquinas y grietas de tu cocina integral requieren una atención especial, pero con los trucos y consejos adecuados, esta tarea no será para nada tediosa.

  1. Equípate con las herramientas adecuadas: Para llegar a esas áreas difíciles necesitas herramientas especiales. Un cepillo de dientes viejo, copitos de algodón, o cepillos pequeños son perfectos para meterse en las grietas y esquinas. También existen herramientas de limpieza diseñadas específicamente para este propósito que puedes considerar añadir a tu arsenal de limpieza.
  2. Elige los productos de limpieza correctos: Para las juntas, especialmente las de los azulejos, puedes usar una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre o limón, que actúa como un blanqueador natural y desinfectante. Aplica la mezcla, deja actuar por unos minutos y luego frota suavemente con el cepillo. Para las esquinas y grietas, un poco de agua jabonosa o tu limpiador multiusos habitual será suficiente.
  3. Regularidad es clave: Incorpora la limpieza de estas áreas en tu rutina regular de limpieza. Una vez al mes puede ser suficiente para mantenerlas en buen estado, aunque esto puede variar dependiendo de tu cocina y de cuánto la uses.
  4. No olvides secar bien: Después de limpiar estas áreas, asegúrate de secarlas bien para evitar que la humedad se acumule, lo cual podría fomentar el crecimiento de moho y bacterias. Un paño limpio o toalla de papel serán suficientes para secar cualquier exceso de humedad.
  5. Protección a largo plazo: Para las juntas, considera aplicar un sellador una vez estén limpias y secas. Esto no solo les dará un aspecto renovado, sino que también las protegerá y hará que futuras limpiezas sean más fáciles.
  6. Hazlo un hábito: Aunque inicialmente pueda parecer una tarea adicional, con el tiempo, limpiar estas pequeñas áreas se convertirá en un hábito más dentro de tu rutina de limpieza. Te sorprenderás de cómo un poco de atención a los detalles puede hacer una gran diferencia en el aspecto general de tu cocina.

9. Lidiar con la basura eficientemente

La gestión de la basura en la cocina es un aspecto que a menudo subestimamos, pero que juega un papel crucial en el mantenimiento de un ambiente limpio y agradable. Una gestión eficiente de la basura no solo nos ayuda a mantener la cocina ordenada, sino que también contribuye a reducir nuestro impacto ambiental.

  1. Separa y recicla: La regla de oro para una gestión eficiente de la basura es la separación. Designa contenedores específicos para diferentes tipos de desechos: orgánicos, reciclables (papel, vidrio, plástico, metal) y residuos generales. Esto facilitará su procesamiento y reciclaje, reduciendo la cantidad de desechos que terminan en vertederos.
  2. Composta los residuos orgánicos: Si tienes espacio en tu jardín, considera comenzar una compostera. Los residuos orgánicos como cáscaras de frutas, verduras, y restos de café pueden transformarse en abono de alta calidad para tus plantas. Si vives en un apartamento, busca sistemas de compostaje adaptados a espacios pequeños o programas de compostaje comunitario en tu área.
  3. Reduce el uso de plásticos de un solo uso: Opta por recipientes reutilizables para almacenar alimentos en lugar de envoltorios plásticos desechables. Al hacer compras, lleva tus propias bolsas reutilizables. Pequeños cambios en nuestros hábitos pueden hacer una gran diferencia en la cantidad de plástico que desechamos.
  4. Utiliza bolsas biodegradables para la basura: Para los residuos que inevitablemente terminarán en el vertedero, elige bolsas biodegradables o compostables. Estas bolsas se descomponen mucho más rápido que las de plástico tradicionales y son menos dañinas para el medio ambiente.
  5. Mantén limpia el área de basura: Limpia regularmente los contenedores de basura y reciclaje para evitar olores desagradables y atraer plagas. Un poco de bicarbonato de sodio en el fondo del contenedor puede ayudar a neutralizar los olores.
  6. Donar lo que no uses: Antes de tirar alimentos que aún son consumibles pero que sabes que no vas a utilizar, considera donarlos a bancos de alimentos o a vecinos. Muchas veces acumulamos productos que otros estarían felices de recibir.
  7. Educación y conciencia: Fomenta la conciencia sobre la gestión de residuos en tu hogar. Enseñar a los más jóvenes (y recordar a los no tan jóvenes) la importancia de reducir, reutilizar y reciclar puede tener un impacto positivo no solo en tu hogar, sino en toda la comunidad.

10. Involucrar a la familia en las tareas de limpieza

Limpiar la cocina no tiene por qué ser una tarea solitaria. De hecho, involucrar a toda la familia puede transformar esta actividad en un momento de unión y enseñanza de valores como la responsabilidad y el trabajo en equipo.

  1. Asigna tareas específicas según la edad: Cada miembro de la familia puede contribuir de acuerdo a su capacidad. Los más pequeños pueden ayudar a ordenar los utensilios o llevar la basura al contenedor de reciclaje, mientras que los adolescentes y adultos pueden encargarse de tareas que requieran un poco más de esfuerzo, como lavar los platos o limpiar los electrodomésticos.
  2. Crea una lista de tareas de limpieza visual: Una pizarra o un tablero magnético en la cocina donde todos puedan ver las tareas asignadas y marcarlas una vez completadas, no solo ayuda a organizar mejor la limpieza, sino que también añade un sentido de logro al tachar las tareas realizadas.
  3. Establece un día y hora para la limpieza en equipo: Puede ser una vez a la semana o cada quince días, según las necesidades de tu hogar. Lo importante es que todos sepan que ese momento es para contribuir con la limpieza de la cocina y lo tomen como una actividad familiar más.
  4. Pon música y hazlo divertido: Una buena lista de reproducción puede convertir la limpieza de la cocina en una fiesta. Bailar y cantar mientras se ordena y limpia hará que el tiempo vuele y que todos disfruten el proceso.
  5. Recompensas y reconocimientos: A todos nos gusta sentir que nuestro esfuerzo es apreciado. Establecer un sistema de recompensas, como elegir la película en la noche de cine familiar o decidir el menú de la cena, puede motivar a todos a participar activamente en la limpieza de la cocina.
  6. Refuerza la importancia de mantener limpio: Más allá de las tareas, es fundamental conversar sobre por qué es importante mantener la cocina limpia, no solo por estética sino por salud. Comprender el valor de lo que hacen ayudará a que todos se involucren con más ganas.

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