Decoración para el hogar en modo tricolor

Última actualización el junio 24, 2021 por Tecnicocinas Ospinas Ltda.

“Cada uno de los colores encierra aspectos psicológicos y simbólicos, que en el caso de las banderas, por ejemplo, representan algo del entorno, de la geografía, del clima, de la riqueza o de los aspectos culturales de un país”, explica Susana Camargo, profesora de teoría del color en las facultades de diseño de LaSalle College y la Jorge Tadeo Lozano.

Sí, a pesar de que el color es un fenómeno físico y óptico, según lo demostró hace cuatro siglos el inglés Isaac Newton al descomponer la luz blanca (y le salió un lindo arcoíris), tiene su lado subjetivo.

Los colores están asociados a las emociones, a los sentimientos, a las reacciones físicas que nos puedan producir al verlos. Y esto no es un invento de mujeres sentimentales sino el resultado de investigaciones hechas por el escritor alemán Johann Wolfgang Goethe.

“Él se encargó del lado emocional del color y su influencia en el ser humano, planteó que hay una parte subjetiva a la hora de percibir los colores. Además, organizó la teoría en el círculo cromático, con los colores primarios y los complementarios que todos conocemos y les asignó emociones y características”, comenta Camargo. Por eso se dice que fue el padre de la psicología del color.

Así es como cada color tiene su personalidad: el amarillo se considera alegre, optimista y energético; el azul, es tranquilidad e inteligencia; y el rojo representa pasión, vida, muerte y actividad.

Por ser colores fuertes, es mejor no usarlos en plena saturación, más bien en pequeñas cantidades o en espacios no muy grandes.

En accesorios, como un toque de acento, aportan mucho, comenta Fernando García, experto en decoración.

También ayudan mucho a mejorar o neutralizar la energía de los espacios, asegura Carmen Lucía Murcia, experta en feng shui.

El azul, el elemento agua

Para el decorador Fernando García, este color va muy bien en tierra caliente y ciudades de playa en diferentes partes de la casa, ya sea en paredes, cubrelechos o accesorios como vajillas.

En climas fríos, se usa mucho el azul de la bandera para tapizar un sofá o un sillón, en terciopelo o un chelline, para un estudio por ejemplo, o en cojines con telas gruesas.

Funciona muy bien para decorar el cuarto de los niños, combinado con beige y blanco. En objetos: jarrones, cojines, utensilios y sillas auxiliares de cocina.

Según Carmen Lucía Murcia, experta en ‘feng shui’, como este es un elemento agua, permite fluir y ayuda a que personas aceleradas o malgeniadas se calmen. Lo recomienda para lugares donde se estudia o trabaja para facilitar la concentración, en objetos como cuadros que tengan mar o agua, o con objetos con formas onduladas.

La estabilidad del amarillo

Según García, el tono de la bandera es difícil de usar en diseño de interiores, aunque va bien en el cuarto de los niños o en una cocina moderna, combinado con blanco y plateados. En cuanto a objetos, se ve muy bien en vajillas, vasos, lencería.

Para Murcia, este color representa la estabilidad (es elemento tierra), el marcar el rumbo. “Por eso es bueno para los adolescentes. Es mejor para muebles o armarios grandes como los de la cocina, o en espacios que cubran una gran superficie como manteles o tapetes (combinado con café o naranja)”.

El rojo representa fuego

Es un color fuerte y se puede utilizar para destacar algo en un espacio. “Por ejemplo, en una sala con muebles blancos, un ‘puff’ rojo contrasta bien. Es poco recomendable para el cuarto de los niños, es mejor mezclarlo con colores vivos”, recomienda el diseñador García.

Un sofá en cuero rojo o cojines decorativos en este color quedan muy bien en un estudio. Combina bien con blanco, beige, negro y café, agrega.

Para Murcia, va bien en los espacios sociales como la sala o el cuarto de televisión, porque favorece las relaciones. “Es más para un punto focal, que para grandes superficies”.

Fuente: El Tiempo